(Caso extraído de The Sidney
Morning Herald)
Una niña de 10 años creó un
exitoso grupo en Facebook para humillar a una compañera de clase
(Caso extraído de
Ciberbullying.Wordpress.com)
Un joven fue condenado en Sevilla
a pagar una multa de 100 euros por colgar en su perfil de la red social online
Tuenti un fotomontaje de un compañero de clase con el que provocó
deliberadamente comentarios despectivos hacia la víctima por parte de sus
compañeros de bachillerato. Además, el condenado contribuyó en primera persona
a dichos comentarios a través de los chats que sostuvo con sus compañeros.
Junto a este joven, mayor de edad, varios compañeros de clase, menores, fueron
condenados a trabajos en favor de la comunidad.
(Caso extraído de
Stop-Ciberbullying.Blogspot.com)
Consecuencias de Ciberbullying más conocidas de la historia de la Red
El quebequés Ghyslain Raza -que
fuera ridiculizado en 2002 en el vídeo más visto de la historia de Internet, mientras
blandía un particular sable láser estilo Star Wars– sufrió graves consecuencias
por aquel episodio de ciberbullying de alcance mundial. Tras caer en una
depresión tuvo que abandonar el colegio donde estudiaba y ponerse en
tratamiento psiquiátrico. Llevó a juicio a los culpables de difundir el vídeo y
tras solicitar una indeminización de 250 mil dólares obtuvo una cantidad -que
no fue dada a conocer- mediante un acuerdo con los padres de los culpables. Con
20 años cumplidos acaba de reaparecer públicamente como el presidente de
Patrimoine Trois-Rivieres, una entidad para conservación del legado cultural de
su ciudad natal.
(Extraído de
Ciberconvivencia.wordpress.com.)
Estrategias para combatir el Ciberbullying en el aula de clases propuestas por Becki Cohn Vargas (Directora de la campaña llamada Not in our School)
1. Reconocer el problema
Los docentes deben educar a los estudiantes, padres de familia, colegas y a la comunidad en general sobre la importancia de este tema y cómo reconocerlo
2. Involucrar a los estudiantes
Crear espacios donde se fomente el diálogo abierto con los estudiantes acerca del acoso y la intolerancia, y así dejar que ellos propongan ideas y discutan soluciones a los problemas.
3. Convertir a los estudiantes pasivos en activos
Al participar en una discusión abierta sobre el tema, los estudiantes que no son víctimas ni victimarios directos del bullying, los “observadores”, tendrán más herramientas para sentirse involucrados y convertirse en agentes activos en contra de los maltratos.
Realizar juegos de roles explicándole a los alumnos cómo ponerse en el lugar del otro y ayudarse mutuamente a alzar la voz en contra del abuso de sus compañeros.
4) Promover la tolerancia y la inclusión
Generar un ambiente inclusivo, seguro y tolerante en la clase es esencial para que los alumnos sientan que su identidad es respetada y valorada. Como docente, debes mostrar una actitud abierta a los estudiantes, de manera que ellos entiendan que pueden confiar en ti si están sufriendo situaciones de hostigamiento o violencia.
5) Prestar atención a los agresores
De la misma manera que las víctimas, los niños responsables del bullying deben recibir atención y ayuda para disminuir su conducta agresiva. A menudo el atacar y sentir la necesidad de dominar a los compañeros responde a inseguridades propias e incluso a situaciones de violencia experimentadas en el hogar. Ignorar al agresor y solo enfocarse en la víctima es incompatible con una verdadera resolución del problema a largo plazo.
Uno de los riesgos de Internet, es el ciberbullying. Muchos de los casos que se presentan, se dan entre amigos o conocidos de las victimas. Como docentes, como padres, como amigos, todos debemos estar pendientes de las personas que tenemos a cargo. En casos extremos las victimas llegan hasta el suicidio. Si no se logra crear conciencia del verdadero daño que esto puede causar, esta situación estará fuera de llegar a soluciones.
Los docentes en este momento tenemos una gran herramienta al lado, y es la cercanía que muchos de nosotros podemos llegar a desarrollar con los estudiantes, esos lazos que de alguna u otra forma nos permiten ver más allá de las aulas de clase. Difícilmente podemos controlar lo que pase por fuera del aula de clase, pero si logramos identificar a una victima o en su defecto, a un agresor, se pueden empezar a tomar medidas para evitar futuros inconvenientes. Hay que incitar al estudiante a que no sienta temor de expresar sus miedos. Muchos de los afectados no hablan por miedo y se encierran en sus temores y eso conlleva por ejemplo a tener depresión y eso evidentemente afecta no solo su vida social sino académica.
Estrategias para combatir el Ciberbullying en el aula de clases propuestas por Becki Cohn Vargas (Directora de la campaña llamada Not in our School)
1. Reconocer el problema
Los docentes deben educar a los estudiantes, padres de familia, colegas y a la comunidad en general sobre la importancia de este tema y cómo reconocerlo
2. Involucrar a los estudiantes
Crear espacios donde se fomente el diálogo abierto con los estudiantes acerca del acoso y la intolerancia, y así dejar que ellos propongan ideas y discutan soluciones a los problemas.
3. Convertir a los estudiantes pasivos en activos
Al participar en una discusión abierta sobre el tema, los estudiantes que no son víctimas ni victimarios directos del bullying, los “observadores”, tendrán más herramientas para sentirse involucrados y convertirse en agentes activos en contra de los maltratos.
Realizar juegos de roles explicándole a los alumnos cómo ponerse en el lugar del otro y ayudarse mutuamente a alzar la voz en contra del abuso de sus compañeros.
4) Promover la tolerancia y la inclusión
Generar un ambiente inclusivo, seguro y tolerante en la clase es esencial para que los alumnos sientan que su identidad es respetada y valorada. Como docente, debes mostrar una actitud abierta a los estudiantes, de manera que ellos entiendan que pueden confiar en ti si están sufriendo situaciones de hostigamiento o violencia.
5) Prestar atención a los agresores
De la misma manera que las víctimas, los niños responsables del bullying deben recibir atención y ayuda para disminuir su conducta agresiva. A menudo el atacar y sentir la necesidad de dominar a los compañeros responde a inseguridades propias e incluso a situaciones de violencia experimentadas en el hogar. Ignorar al agresor y solo enfocarse en la víctima es incompatible con una verdadera resolución del problema a largo plazo.
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